La historia detrás de esta funda de notebook es bastante especial.


Thomas Ulrich, un reconocido fotógrafo y piloto de parapente, volaba tranquilamente en biplaza con su pasajera un día nublado en la zona de Interlaken. De repente, apareció otro parapente y chocaron. Un momento letal para todos.



La vela de Thomas se partió en dos, por lo que utilizó su paracaidas para terminar el descenso. Afortunadamente, él y su pasajera aterrizaron en un árbol desde el que pudieron sacarse fotos alegremente.


¡Desde ese momento tenemos su vela! Y, como agradecimiento, le dimos una funda para su notebook como recuerdo.

Por Georg Hoedle

Dejar un comentario

Ver todo los artículos

Una llamada inesperada de Christof...

Uno de los sustentos de ParaCyclage son las velas de parapentes que ya están viejos o no sirven más. Por esta razón, siempre estamos en l...

El lazo especial entre Fred y su ala

Cada vez que recibimos un viejo parapente nos llena de alegría y nos emociona conocer su historia.Frédéric Montet, un gran competidor de acro, lleg...